A
veces es tan fácil…
A veces pasan cosas sencillas, y
por ello extraordinarias.
Pasa que la luz es blanca, el aire
fresco y el sol calienta suavemente. Que olvidamos los prisas, los miedos, las
murallas; y miras a los ojos del que tienes a tu lado y ves todo, y no ves
nada, solo luz, blanca luz.
A veces pasa que el tiempo y el
lugar carecen de sentido. El tiempo no existe en la quietud, el lugar es tan
solo circunstancial; y así, el abismo del espacio infinitesimal entre nosotros
se desvanece.
Recordaré estos días cuando la
rutina llegue y la crispación se vindique rompiendo la quietud. Recordaré esas
manos llenas de calidez, las palabras silentes clamando por fin paz, y esos
ojos serenos con fondo de mar. Y lo haré fácil y sencillo, para que aquellos
instantes imposibles se repitan y vuelvan nuevos a nosotros, haciéndose también
extraordinarios.