sábado, 14 de septiembre de 2013

Sin Madrid 2020


Ha transcurrido una semana de la no consecución de la ciudad de Madrid de la organización de los Juegos Olímpicos de 2020. Y después de varios días de análisis sobre las causas de la pérdida, ahora solo nos queda tristeza, silencio, la decisión de no presentar la candidatura para 2014 y las bromas sobre el inglés de Ana Botella. Que sí, que siempre nos queda el humor pero qué igual el nivel medio de los españoles no es muy superior al demostrado por la actual alcaldesa de Madrid… para pensarlo.

Los días siguientes estuvieron llenos de reacciones de todo tipo, todos ellos lugares comunes de la sociedad y cultura españolas, todos ellos contrarios a la crítica constructiva y el aprendizaje: visionarios que decían “yo ya lo dije”, miradas a otro lado, culpas a otros, victimismo (siempre nos toca a nosotros), complejos de inferioridad (no pintamos nada), y complejos de superioridad que encajan mal las derrotas. Y mis preferidas, las de intelectuales que tildaban de desperdicio el dinero gastado en la candidatura, y reclamaban que el previsto para el evento (ya fallido) debería ser empleado en salud, educación y cultura. Conclusión: el deporte no es salud, ni educación ni cultura. Y caí en la cuenta que esta era otra creencia bien arraigada en este país. Y así nos va, y no me refiero a los éxitos deportivos con los que afortunadamente estamos viviendo una época de ellos repleta. Hablo de que el deporte además de ser indispensable para mantener una buena salud, conlleva valores educativos fundamentales como la superación, la tolerancia al fracaso, el sacrificio, la solidaridad y respeto al otro, todos ellos muy carentes en la sociedad española. Así que sí, estoy de acuerdo, destinemos ese dinero previsto a Madrid 2020 a salud, educación y cultura, y por favor como parte de ellos al deporte, al deporte y la educación de base para que puedan acabar formando parte natural e indisociable de la vida y cultura españolas, y no solo estandartes y fuentes puntuales de alegría colectiva en forma de victorias de Rafa Nadal, la selección de fútbol, de basket, de balonmano, de waterpolo, de tantos…

Y sí, estoy triste: mi ciudad no será olímpica, las federaciones ven recortados sus presupuestos, y las becas ADO se reducirán sin patrocinadores que ya no tienen a la vista unas olimpiadas. Fernando Romay publicó un twitter con un link a la canción “I will survive” diciendo que esto era lo que le quedaba a muchos deportes minoritarios: sobrevivir. Pero de esto se habla poco, muy poco, nada, no será importante…